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BIOGRAFIA 2
BIOGRAFIA 2
La década de los 50 estuvo llena de satisfacciones profesionales para Libertad Lamarque. Entre las exitosas producciones fílmicas que protagonizó en esos años destaca Cuando me vaya (1954) basada en la vida de la célebre compositora mexicana María Grever.
La película le brindó la oportunidad de interpretar las más bellas canciones de Grever y la RCA Victor editó un album con esos temas. El disco Libertad Lamarque canta las canciones de María Grever ha quedado como un clásico de la música romántica latinoamericana y convirtió a Libertad en la máxima intérprete de la inspirada autora.
Durante esa década, la discografía de Libertad se enriqueció notablemente con boleros, rancheras, valses y otros ritmos sin descuidar nunca el tango del cual era su mas popular difusora. En 1956 pudo regresar a Argentina y aprovechó su estancia para grabar en Buenos Aires cuatro canciones a dúo con su hija Mirtha que poseía una hermosa voz y gran talento musical pero nunca se interesó por seguir los pasos de su famosa madre. Mirtha encontró la felicidad en el matrimonio y como madre de seis hijos.
La brillante carrera cinematográfica de Libertad Lamarque tuvo vehículos sólidos dentro del llamado melodrama musical. En ese género Libertad reinó en películas tan emblemáticas como La mujer sin lágrimas (1951), La mujer X (1955) o Amor en la sombra (1960) que conmovieron a los públicos demostrando su ilimitada capacidad como actriz dramática. Pero no debe olvidarse que Libertad también brilló en la comedia con títulos de gran popularidad como Escuela de música (1955), Sabrás que te quiero (1959) y La cigueña dijo sí (1960). Resulta indiscutible que Libertad Lamarque fué la artista más completa y comercial que tuvo el cine latinoamericano. Así mismo hay que reconocer que tanto en el cine argentino como en el mexicano tuvo de galanes a actores de categoría como Floren Delbene, Hugo del Carril, Agustín Ilustra, Ernesto Alonso, Miguel Torruco, Pedro Infante y, por supuesto, Arturo de Córdova. Entre sus directores también figuraron nombres importantes como el ya mencionado Buñuel, Luis César Amadori, Luis Saslavsky, Mario Soffici, Miguel Zacarías, Julio Bracho, Roberto Gavaldón, Emilio "Indio" Fernández y Tulio Demichelli, entre otros.
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La boda de Mirtha
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Gran éxito discográfico
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Madre e hija
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Siempre dispuesta a firmar autógrafos a sus fans
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Al llegar los revolucionarios años 60, el panorama musical tuvo cambios extremos pero Libertad se adaptó a las nuevas corrientes sin perder un ápice de su personalidad. Sus papeles en el cine maduraron al mismo tiempo que maduraba ella como mujer y como artista. A su lado en el cine se lanzaron los talentos juveniles más impactantes de la década como César Costa, Angélica María, Enrique Guzmán, Jorge Rivero, Julio Alemán y muchos otros. Durante esa década Libertad continuó su trabajo en los estudios de grabación y se editaron discos de gran arraigo popular como como el album infantil Canciones de Gabilondo Soler "Cri-Cri" (1960), una estupenda antología de Tangos inmortales (1963) y el maravilloso album La novia de América (1966) considerado la colección definitiva de lo mejor del cancionero latinoamericano.
Cuando muchas artistas de su generación consideraban el retiro, Libertad realizó un espectacular regreso a Buenos Aires en 1967 con la obra musical Hello Dolly, arrasando con la taquilla del Teatro Odeón. Un año después llevaría la misma obra a México con resultados igualmente apoteósicos.
La década de 1970 comenzó con varios éxitos que le ganaron a Libertad legiones de nuevos admiradores. Entre ellos el film Rosas blancas para mi hermana negra (1970) que tuvo proyección mundial y el estupendo album romántico Somos novios grabado a dúo con Pedro Vargas su colega y amigo de siempre.
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"Esposa o Amante" con Jorge Mistral
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Otro disco de oro de Libertad
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Sonriendo al paso del tiempo
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Hello Dolly!
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"Tango Ranchero"
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Inmarchitable...
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Otro gran suceso cinematográfico se anotó nuestra estrella con La sonrisa de mamá (1971) rodada en Argentina al lado del ídolo juvenil de aquel momento Palito Ortega. Incansable y siempre dispuesta a conquistar nuevos horizontes, Libertad aceptó el reto de estelarizar en Venezuela la telenovela Esmeralda (1971) demostrando que era tan efectiva en un largo serial televisivo como siempre lo había sido en el cine y en el teatro. Con Esmeralda Libertad llegó a todos los hogares latinos de Sur, Centro y Norte América consagrándose como gran estrella en el popular género de las telenovelas.
En 1978 Libertad Lamarque rodó la que resultaría ser su última película, La mamá de la novia filmada en Argentina bajo la dirección de Enrique Carreras. Haciendo caso omiso a la edad y a los siempre cambiantes gustos musicales, continuó brindándole al público lo mejor de su arte en frecuentes giras por toda América. Así mismo se mantendría por muchos años en la televisión tanto en especiales musicales como Juntos (1979), en el cual realizó un resumen musical de su carrera, y en telenovelas como La usurpadora (1998) que resultó el serial más exitoso de ese año. En discos tambien mantuvo su imagen vigente logrando un maravilloso trabajo con el album Libertad Lamarque canta así en 1988, donde combinó tangos, rancheras y baladas de los mas populares compositores desde Carlos Gardel hasta José Luis Perales. Otro triunfo impactante fue la publicación de su autobiografía en 1986, donde Libertad reveló con toda honestidad sus triunfos y fracasos, sus penas y sus alegrías, tanto como mujer y como artista.
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Con Palito Ortega en "La Sonrisa de Mamá"
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En la telenovela "La Usurpadora"
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En su residencia de Miami con su amiga y colaboradora Irene López Luque.
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En la telenovela "Carita de Cielo"
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En 1990, a la edad de 83 años Libertad grabó su último disco titulado Nadie se va del todo, una producción muy bien lograda donde se combinaron los ritmos y acompañamientos contemporáneos con el eterno romanticismo de la cantante. Para entonces, Libertad había establecido su residencia en Miami que, por su posición geográfica, le permitía desplazarse con rapidez y comodidad a cualquier ciudad de América que reclamara su presencia. No aminoró su actividad durante la última década de su vida y se mantuvo como la viajera incansable cantando y actuando en los escenarios de Buenos Aires, Río de Janeiro, Santiago de Chile, Caracas, Nueva York o Los Angeles.
El 12 de diciembre del 2000, mientras grababa la telenovela Carita de cielo en su querido México, Libertad Lamarque falleció de insuficiencia cardiaca a los 92 años. Cumpliendo con sus deseos, expresados claramente en su autobiografía, sus cenizas fueron llevadas a Miami y esparcidas en el océano Atlántico para que así recorrieran por siempre los paises que la amaron y que ella amó. Para millones de hispanoamericanos Libertad no ha muerto, su voz y su imagen siempre presentes entre sus recuerdos más entrañables. Verdaderamente que nadie se va del todo y mucho menos la eterna novia de América.
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Nadie se va del todo...
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